jueves, 25 de octubre de 2007

COMO ELIMINAR LA DELINCUENCIA

LA DROGA Y LA POBREZA. Tengo dos alternativas: la primera,
la más facil, barata, simple e indolora: rociar desde la
quietud de la noche y desde el aire un poderoso inflama-
ble encendiendo luego un simple fosforito absolutamente
en todas las villas miserias, y muerto el perro se acabó
la rabia.
Aclaro que no soy ni racista ni discrimino a nadie -o sí-
pero ni a mi perro ni a mí nos gustan los negros...
Para todos aquellos que se horrorizan les aclaro que para
hacer una tortilla se romperán siempre algunos huevos,
que al lado de todos nuestros hermanos tobas que se mue-
ren a diario en el norte y en todo el pais, ademas de los
atentados mundiales, las muertes de la tirania militar,
las catastrofes naturales, etc., etc., no significa gran
cosa, sí, nos golpeamos el pecho unos momentos, brindamos
algunos alguna pequeña ayuda y despues a seguir mirando
para otro lado, noseamos ni tan cinicos ni tan hipócritas.
Para los que gustan del ler. menú, tengo la segunda alter-
nativa: erradicar de los centros poblados a todas las vi-
llas miserias y enviar a sus ocupantes a construir nuevas
ciudades en sitios bien alejados en tantas tierras que te-
nemos desocupadas, previa la enseñanza de oficios para que
sepan construir las viviendas necesarias, para lo cual se
les pagaria un salario digno; lógicamente habría que ase-
gurarles vivr civilizadamente: gas, luz, t.v. y las como-
didades necesarias, luego cada uno ya tendría su profesion
para vivir dignamente, y al que no le gusta, a ese sí, pa-
redòn. ¿Estoy tan fuera de foco?
A los que no estén de acuerdo con gusto recibiré toda cla-
se de putiadas, si es que alguien osa leerme, por supuesto,
y les aseguro que las contestaré. Por ahora muchas gracias,
y hasta la próxima.

1 comentario:

Mascaró dijo...

Bueno, viejo bribón, vaya mi saludo y mis buenos deseos, aunque aconsejo abandonar ese tufillo nazi que tiene su comentario inaugural, ya que en el mundo blogger está considerado políticamente incorrecto.
Dedíquese a comentar sus recuerdos y su niñez, como dice el acápite.
Y suerte, a pesar de todo.